ingenuidad
Lo primero que hizo Azkar al tomar el control de TRansportes BReogan fue despedir conductores y contratar autonomos del Este de Europa en condiciones lamentables de trabajo
No necesitamos este tipo de empresarios especuladores al estilo DIaz FErran
GAlicia les importa un rabano
Una respuesta sacada de aqui
Fernández Somoza, algo más que Azkar
¿QUÍEN ES el propietario de las sedes de la constructora FCC, de Esther Koplowitz, en Madrid y Barcelona? ¿Y el casero de la operadora de cable Ono en Aravaca, su cuartel general en la carretera de A Coruña? Pues un gallego de Lugo, en concreto de la parroquia de San Pedro de Calde, que esta misma semana ha cerrado la venta de una de sus empresas, Transportes Azkar, a un conglomerado alemán, Dachser, del que ya era socio. Luis Fernández Somoza, a sus 77 años, casado y con tres hijas, a buen seguro optó por dar continuidad a un proyecto que consumó en 1992, la compra de Azkar, dándole vueltas a nuevas inversiones, convencido de que la opción que tomó, vender la empresa, era la mejor forma de apuntalar el proyecto a futuro. Porque el empresario lucense es desde hace años un activo inversor a través de todo un grupo de sociedades, desde operaciones en los mercados financieros hasta compras inmobiliarias.
Dos ejecutivos gallegos, que también eran accionistas de Azkar, serán los encargados, por ahora, de pilotar la nave: José Antonio Orozco y Juan Antonio Quintana, vicepresidente y director general, respectivamente, de la compañía de transportes, que pasa a estar controlada íntegramente por el grupo de Baviera. Sobre ambos recae el reto de mantener los vínculos de Azkar con Galicia, la plantilla, las inversiones y sus principales clientes, entre los que se encuentra uno especial: Inditex. De hecho, aunque asimilada su galleguidad desde que Fernández Somoza se hizo con las riendas de Azkar, la compañía ha mantenido siempre su sede social en Lazkao, Guipúzcoa. Sin embargo, el grupo de inversión del empresario, nucleado en torno a Subel y a otras sociedades, tiene base de operaciones en Galicia.
Aunque el importe de la venta no ha transcendido, en línea con la filosofía de la casa de hablar con hechos, no con cifras, la de Akzar es una de las operaciones corporativas del año, que permitirá al empresario obtener todavía más liquidez que cuando decidió sacar a Bolsa la firma de transportes. Porque el 3 de febrero de 1999 Azkar se convirtió en la primera empresa del sector transporte en salir al parqué, operación en la que participaron el 90% de los empleados, incluidos los autónomos. Inicialmente, el 44% del capital salía al mercado, lo que supuso para la compañía unos ingresos de 150 millones de euros, 25.000 millones de las pesetas de entonces. La operación fue todo un éxito.
La presencia de Transportes Azkar en el parqué duró cinco años y medio. En el momento del lanzamiento de la oferta pública de venta (OPV) la compañía había justificado la operación como una fórmula para garantizar la continuidad más allá de su fundador, pero posteriormente optó por su exclusión de Bolsa. Esa operación llevó al presidente de Transportes Azkar a constituir una sociedad de inversión en capital variable (sicav), Ardizia de Inversiones, en la que también están presentes su mujer e hijas, que llegó a contar con un patrimonio medio de nada menos que unos 252 millones de euros.
La familia integrada por Luis Fernández Somoza, su mujer, María Teresa Paradela Núñez, y sus hijas Elisa, Belén y Susana, a través de firmas como Carteson, Subel o Inmobiliaria Pocomaco, ha dirigido desde hace años sus pasos hacia otros negocios, tanto de transportes como inmobiliarios. Sobre el grupo, entre otras filiales, pivotan Vivienda Confort Coruña, Ingatrans, Transportes Auto Radio, Breogán Transporte o Zaphir Logistics.
Hoy en día, el empresario es un activo promotor. Solamente Subel tiene un patrimonio declarado de 413 millones de euros. Para tener una idea de los recursos del grupo, en 2011 las operaciones de compra de las sedes de FCC en Madrid y Barcelona y la de Ono, también en Madrid, donde las compañías siguen como inquilinas, estuvieron valoradas en 60 y 20 millones de euros, respectivamente.
Orígenes. Hijo de labradores, Fernández Somoza se quedó huérfano de padre a los 14 años. A los 17 busca ya en los alrededores de Lugo carga de retorno para los camiones que regresaban a la Meseta. Había nacido como empresario. Empezó con un motor de cuatro cilindros de la marca Eduardo Barreiros, otro emprendedor con mucha historia, en este caso de Ourense, y terminó con una plantilla inmensa. Plenamente activo, acostumbra a subir de dos en dos las escaleras de su oficina, y sigue diciendo que, cuando quiere hablar con gente que sabe, tiene que volver a sus orígenes.
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